Escuchar de innovación en la educación muchas veces trae a la cabeza una idea predeterminada por lo mucho que consumismo en internet: innovación es igual a tecnología en el aula. Pero va más allá, lo sabes bien. De nada sirve la máquina si quien la opera no está al nivel. Revisemos el papel del profesor innovador, qué es y cómo lo reconocemos, porque es quien termina de darle forma y toque final a toda la concepción de innovación vista desde una perspectiva holista y completa, yendo siempre más allá de la implementación digital.
Steve Wheeler es profesor de tecnología del aprendizaje en el Instituto Plymouth de Educación en la Universidad de Plymouth y en su blog Learning with ‘e’s comparte su reflexión sobre Innovative teaching.
Extraemos las claves para responder: ¿Qué es la enseñanza innovadora?
¿Qué factores determinan la enseñanza innovadora, con o sin tecnología?
No es una cuestión excesivamente difícil de abordar, porque la enseñanza innovadora es algo positivo, se utilice en combinación con la tecnología o no. Un mal profesor no se convierte repentinamente en uno bueno simplemente porque la tecnología esté incluida en la receta. Tampoco un buen maestro necesita utilizar siempre la tecnología para mantener un buen nivel de efectividad. Pero antes de discutir esta cuestión, deberíamos definir el concepto de “enseñanza innovadora”.
¿Qué es, y cómo conocemos a un profesor bueno e innovador cuando lo vemos?
Para mí, la enseñanza innovadora es a menudo invisible, y el profesor es muy periférico, respecto al factor más importante – el estudiante y su aprendizaje. Los buenos maestros saben instintivamente cuándo intervenir y, lo que es más importante, cuándo quitarse de en medio. La enseñanza no está tan centrada en la instrucción, sino que cada vez es más acerca de la facilitación, y considera al estudiante holísticamente. La enseñanza innovadora se centra en la creación de ambientes propicios en los que pueda producirse un buen aprendizaje. Los maestros innovadores son excelentes para apoyar a los estudiantes, y también son expertos en crear contenidos atractivos y nuevas experiencias. Un buen maestro observa y mide el progreso sin causar ningún estrés al aprendiz o interrupción del aprendizaje.
Los maestros innovadores son instintivos sobre los desafíos del estudiante tales como la falta de comprensión, la pérdida de foco, el bajo compromiso o la desmotivación. Se esfuerzan por encontrar nuevas maneras de mantener a los estudiantes centrados en la tarea, motivarlos a dar lo mejor de sí, y animarlos a completar con éxito el trabajo. La enseñanza innovadora es en donde los buenos maestros muestran su inventiva y son creativos, donde continúan descubriendo y diseñando nuevos métodos y contenidos para asegurar que los estudiantes obtengan siempre las mejores experiencias de aprendizaje. Pero hay que tener en cuenta que invención e innovación no son lo mismo. La invención requiere de un individuo creativo, mientras que la innovación requiere de una comunidad valiente (véase por ejemplo la Teoría de la difusión de la innovación de Rogers, 2003).
Por lo tanto, los maestros innovadores también necesitan coraje para incorporar sus nuevos métodos y contenidos, especialmente si van en contra de la cultura mayoritaria en la que trabajan. La enseñanza innovadora se puede lograr sin tecnología, aunque yo diría que a menudo es más difícil ser innovador sin un cierto acceso al uso de la tecnología. Algunas de las experiencias más innovadoras que he presenciado han surgido a través de la combinación entre un maestro eficaz y un uso apropiado de la tecnología. En tales situaciones, la enseñanza y la tecnología se combinan para apoyar un buen aprendizaje. La tecnología suele incluirse en el currículo en la medida en que es invisible (transparente) o inconsecuente. La tecnología realiza una función necesaria, pero no es central para el proceso. El aprendizaje adquiere protagonismo, y la tecnología se incorpora en un segundo plano. Los maestros innovadores son innovadores no porque usan tecnología, sino porque entienden las necesidades de los estudiantes y pueden crear entornos eficaces (con o sin tecnología) que maximicen las oportunidades para que los estudiantes tengan éxito.
artículo con información de eduforics.com