Queremos cambio en la educación, con impacto positivo siempre, por eso somos parte de él. Y con el cambio no hablamos solamente de las herramientas, método o la forma, hablamos también de los conceptos, todo el mundo que puede rodear la palabra educación.
Desligarse de las viejas formas es siempre un buen comienzo, refrescar la información es el paso siguiente. Por eso, encontramos este artículo sobre conceptos que usamos a diario en el ámbito educativo y que merecen también un refrescamiento. Las acepciones conceptuales suelen ir de la mano con la época y contexto, por eso es esencial que revisemos que decimos, porque puede tener más peso del que creemos. Leamos y pensemos de nuevo, hagamos eco y seamos motores de cambio.
10 conceptos educativos a replantear:
- Lección
En el siglo XIII "lección" significaba "una lectura, en voz alta, de la Biblia"... ¡e incluso también valía leer cualquier otra cosa, siempre y cuando fuera escrito por doctos más sabios que nosotros y nosotras, simples mortales!. Bueno, es difícil escapar de nuestra historia y no pretendemos, ni mucho menos, escapar de nuestra cultura. El hecho es que, en el siglo XIII, la lección era una cosa muy progresista y un gran avance, pero hoy solo significa la entrega y recepción pasiva de información.
- Conocimiento
El conocimiento es poder y no lo vamos a negar; el problema tan solo es la definición de "conocimiento" que manejemos. Si el conocimiento es una actitud pasiva de recepción, ligado al punto anterior, y sin intentar arremeter contra el muy noble "por amor al saber", no creemos que dicha actitud carente de pensamiento crítico sea lo que le conviene a nuestro alumnado, hijos e hijas.
- Rigor
El rigor es importante, siempre y cuando no se asocie necesariamente a la monotonía, y sí a la honestidad intelectual. El rigor no debería significar la diligencia necesaria para memorizar toneladas de información, información, información... y vomitarlo en un examen. El rigor es lo que da forma al pensamiento crítico y lo vemos, más bien, como una mezcla entre buena capacidad argumentativa, no falaz, uso crítico de los datos, capacidad de anlálisis y síntesis y honestidad. Casi nada...
- Trabajo en grupo/colaborativo
¿La memorización es difícil y hacer un trabajo en grupo, la comunicación y la colaboración que implica, es ponérselo fácil a los y las estudiantes? Pensemos sobre eso, porque parece una visión "un tanto" distorsionada de la realidad: trabajar en grupo es muy difícil y el trabajo colaborativo es tan medio como fin, no un simple añadido.
- Buenos/as y malos/es estudiantes
La verdad es que es estremecedor el afán de etiquetar a todo el estudiantado según unos criterios tan aleatorios como lo es un sistema de enseñanza anclado 100 años atrás; además, el efecto Pigmalión brilla con fuerza ante nuestros juicios de valor.Definir a alguien como "mal estudiante" además le convierte en algo que "es" de forma permanente e inmutable: debemos prestar atención a cómo definimos a nuestros alumnos y alumnas y tener en cuenta nuestra grandísima responsabilidad como profesorado en la autoimagen que se formarán de sí mismas/os. Así, dejamos de lado sus necesidades y nos quitamos de encima, también, nuestra otra gran responsabilidad: posibilitar que cada estudiante aprenda de la forma óptima de acuerdo a sus necesidades y posibilidades; y esas necesidades de aprendizaje debemos cubrirlas nosotros y nosotras, por cierto.
- Los "deberes"
Los niños y niñas de 6 años que juegan más horas y tienen actividades menos estructuradas (pensemos en Finlandia) tienen habilidades ejecutivas superiores.
- Estilos de aprendizaje
Que la gente sea diversa en sus habilidades, cognición, formas de pensamiento, condiciones sociales, socioculturales, económicas, etc...no debería ser una excusa para tratar de etiquetar y clasificar a los alumnos y alumnas como si fueran legumbres...
- Seguir estudiando en verano
¿QUÉ? ¿Para no perder el ritmo? ¿El ritmo de qué? ¿Hay miedo a olvidarse de datos y trocitos de información? ¿Hay miedo al descanso? Si se olvida la información en agosto es que se "empolló", se memorizó de la forma más automática y mecánica que el o la estudiante pudo para poder aprobar tu asignatura e irse a la piscina a olvidarla sin haberla, siquiera, entendido: el problema, entonces, no será perder datos, como si fueras un lápiz USB, en la playa, sino que la metodología didáctica espoco didáctica.
Si se aprende no se olvida en años: pero menos aun, en un par de meses. Todo tiene su tiempo y el ocio es fundamental para la salud mental y física de cualquier persona, aunque sea adolescente.
- Educación especial
Es la educación para gente no-normal, para gente que no encaja en el guion estandard que dicta lo que hacen los buenos estudiantes. La dirección a seguir sería atender a necesidades, y así se viene replanteando desde hace unos años, y no tanto a una concepción esencialista: no es lo mismo "necesidades educativas especiales", que atiende de forma mejor o peor a la diversidad inevitable al aula de Educación Obligatoria, que "educación especial", que normalmente es de todo menos inclusiva.
- Aprendizaje basada en el cerebro
Es muy útil, desde luego: pero en su divulgación se vulgariza haciendo demasiado hincapié en la mera cognición y deja de lado los mecanismos de regulación emocional, motivación, flexibilidad, empatía, etc.
artículo con información de www.escuela20.com